Aquarium Cap Blanc, más conocido popularmente como "Sa cova de ses llagostes" debe dicho sobrenombre al uso que se le dio tradicionalmente a la cueva como vivero de langostas.
En sus inicios, a principios del siglo XX, las langostas se almacenaban vivas en la cueva y se trasladaban mediante barcos de vapor provistos de vivero hasta los mercados de Barcelona y otras ciudades.
A partir de la guerra civil española esta actividad fue disminuyendo por los diversos conflictos nacionales e internacionales hasta su total abandono a mediados de los años cuarenta del siglo pasado.
En 1977 se recuperó su uso como vivero de langostas para proveer a alguna pescadería local y en 1989 se adaptó la cueva para construir el primer acuario público de Ibiza, con una variada representación de las especies de costa más típicas de nuestra isla.